El 1 de marzo de 2024, fecha grabada a fuego en mi calendario. ¿Por qué? Pues porque se ponía en circulación la nueva obra de los valencianos Opera Magna y hoy después de una semana de escucharlo, puedo asegurar que han sentado cátedra. Nos han regalado uno de los mejores discos de la década.
Que Opera Magna son buenos, lo sabemos, que tienen una calidad compositiva y musical soberbia, es por todos conocido, y honestamente pienso que no tienen ni techo ni límite.
Después de la trilogía de «Del amor y otros demonios» de 2019 y la posterior edición de la misma, pero en inglés, este 2024 nos entregan una obra de tal magnitud que los adjetivos se quedan cortos a la hora de describir lo que han plasmado.
Ni los cambios de formación (que siempre suele suponer un hándicap negativo), ni la pandemia han impedido que vea la luz esta demostración de que aquí tenemos músicos de una calidad incontestable y desde ya, este disco, pasa a ser de mis favoritos de siempre.
La banda actualmente está formada por:
- José Broseta a las voces
- Enrique Mompó a las guitarras
- Francisco Javier Nula a las guitarras
- Alejandro Penella al bajo
- Nacho Sánchez al teclado
- Adrián Perales a la batería (Bloodhunter)
Aunque faltará saber si Adrián, aparte de grabar el disco, se convertirá en miembro oficial de la banda ya que, desde mi punto de vista, es el sustituto perfecto de Adria Romero que ya no forma parte de la banda.
De nuevo las labores de producción, grabación y mezcla del disco han recaído en Enrique Mompó, como gran parte de la composición que, aunque todos componen, gran parte recae en Enrique.
En cuanto a la portada, pues de nuevo, preciosa, a la altura de lo que nos encontraremos dentro del disco y que ha sido realizada por Fernando Nanderas.
Y musicalmente, nos enfrentamos a otra clase magistral de cómo crear música desde el corazón y para el corazón. Técnicamente, es de sobra conocido lo buenos músicos que son y que tienen la enorme suerte de tener a uno de los mejores vocalistas de la historia como es José, pero es que compositivamente, han dado otro paso más hacia adelante, han arriesgado en algunos aspectos y la verdad es que el resultado final es apabullante.
Once temas y poco menos de 45 minutos tan buenos que automáticamente vuelves a dar al play, para volver a escuchar, volver a buscar matices que percibiste en la escucha anterior, a recordar las emociones que te han hecho sentir en tal nota o tal letra y volver a viajar con ellos a otro mundo, a otra dimensión, donde solo se encuentra el oyente y el grupo.
Comienza el disco y el viaje con «Obertura 1895», épica y sinfónica a más no poder, continuando la estela de instrumentales como «Del amor y otros demonios».
Acto seguido nos encontramos con «El momento y la eternidad», tema épico y con todos los elementos característicos de la banda, velocidad, melodía, subidas y bajadas de tempo, coros y estribillos pegadizos y una letra tan emotiva que provoca que las primeras lagrimas afloren por mis ojos y resbalen por mis mejillas.
«Volver» es la pieza que sigue y que fue el segundo single que nos enseñaron de este «Heroica». He de reconocer que la primera vez que la escuché, me descolocó completamente, con esos toques folk al principio y unos tempos más pausados y con un aura cinematográfica brutal, pero he de reconocer que se ha convertido en mi tema preferido del disco. La emotividad y emoción que transmite la letra junto a una musicalidad preciosista, lo han convertido en uno de mis preferidos de la banda, casi equiparable a «Después de ti» que es mi tema preferido de la banda de toda su discografía. Y ojo con la parte de los solos, donde se nota una de las muchas influencias de la banda, Dream Theater, más en concreto Petrucci y Rudes. Servidor en este tema directamente llora de emoción y si el 17 en el concierto la tocan, pues me tocará sacar los pañuelos.
«La muerte de un poeta», siguiente corte, nos devuelve a los opera más directos, cañeros e incluso agresivos y con una letra que versa sobre la vida de Federico García Lorca. Tema en el que consiguen con la música, la ambientación y la voz de José, nos traslademos a la época preguerra civil en la cual vivió y fue asesinado Don Federico. Canción apabullante y que fue el primer single que nos brindaron.
«Aquello que importa», quinta canción del disco, y de nuevo una apuesta arriesgada pero que les ha salido redonda. Este tema es una balada preciosa, con una letra tan hermosa como emocionante y que, gracias a los amigos del programa de Radio Cornellá «El octavo día» y la entrevista que realizaron a la banda hace unos días, he descubierto que es una adaptación de un tema de Ennio Morricone «Quello che conta» incluido en la banda sonora de una película italiana llamada «La cuccagna».
«Heroica» es la siguiente canción, ha sido el tercer single y de nuevo, otra demostración más de que esta banda debería estar encabezando giras y festivales. Desprenden calidad en cada nota y cada verso y este tema, o mucho me equivoco, o se va a convertir en otro himno más.
«Historia», séptima canción del disco, y de nuevo, otra propuesta arriesgada, por la inclusión de elementos más folk, que me han recordado sobremanera a los Nightwish de la última época. De nuevo, otro estribillo épico y pegadizo, otra letra apasionante y otro grandísimo tema. Aparte me aventuro a decir que si este tema lo hubieran editado los propios Nightwish estaría en boca de todo el mundo…..
«La mitad del cielo». Dos minutos de emoción en estado puro. No sé si la guitarra que suena es la de Enrique o la de Javier, pero esta nana o canción de cuna con solo la guitarra, el teclado y la voz es sencillamente sublime.
«Hannibal ad portas» siguiente tema, y quizás el mas versado en una opera rock, incluso en algún pasaje recuerda a películas de Tim Burton y donde José más que cantar, parece que esté actuando en un teatro. Según he podido averiguar el solo central es de Javier Nula y os aseguro que es de lo mas alucinante de todo el disco.
«Que el amor, la vida y la muerte así te encuentren» décimo corte del disco y aunque el título sea largo, no estamos delante de un tema extenso, si no más bien todo lo contrario. Tema directo, powermetalero recordándome a las bandas más «happy» del universo power metal. Quizás una vuelta a las raíces de la banda, pero con la intensidad y el sonido actual. Otro tema para el éxtasis total.
«Si este mundo ya no es nuestro» último tema del disco y de nuevo, vuelven a arriesgar y vuelven a ganar. Tema más pausado, más preciosista y con una gran carga emocional. Manteniendo su sello, nos entregan el tema más «comercial» que bien se podría poner en cualquier programa de radio / televisión sin desentonar, pues el mejor adjetivo que describe este tema es «precioso».
En resumen (extenso, lo sé), estamos delante de una obra de arte desde el primer acorde hasta la última palabra. Han vuelto a sentar cátedra y solo me queda verlos este año en dos ocasiones al menos, el 17 marzo en Barcelona y en agosto en el Leyendas del Rock.
Fotografías cortesía de la web oficial de Opera Magna
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