Cuando la música se convierte en arte y el arte se convierte en música, la pasión aflora y la elegancia se eleva por cada nota y cada letra.
Y, ¿Existe el amor a primera escucha? Pues sí, ayer día 24 de octubre de 2022 descubrí a Dry River, gracias a la canción «Capitán Veneno» y me enamoré perdida y locamente de estos castellonenses.
Dice el dicho, que es de bien nacidos el ser agradecidos, y desde aquí, mis agradecimientos a El Octavo Día de Radio Cornellá y, más concretamente, a Toni López y Dani Ruiz, ya que debido a su amor por Dry River y la insistencia en que debía escuchar la banda, llegue a escucharlos y surgió el amor.
Y es que este disco es una absoluta obra maestra. Una clase magistral de elegancia y música ejecutada con un gusto sublime. De hecho, desde ayer me he puesto a escuchar su anterior disco «2038» a la par que «Cuarto Creciente» y me parecen dos obras de arte, a cada cual mejor.
¿Me ha cegado el amor? Pues no lo creo, aunque podría ser. Pero en mi defensa diré, que la elegancia y maestría con la cual ejecutan su música es tan espectacular, que habla por sí sola. Únicamente hay que darle al play del reproductor y disfrutar.
La banda se formó en Castellón de la Plana, en 2004, y la evolución dentro del panorama nacional ha ido creciendo de forma exponencial con cada lanzamiento hasta llegar a este 2022 con «Cuarto Creciente».
En este disco, por lo que he averiguado, ha habido algún cambio amistoso de formación. A las teclas ha entrado Miquel Centelles en lugar de Marti Ballmunt y Guillermo Guerrero a las guitarras en lugar de Carlos Álvarez. He de decir que tanto Carlos como Marti han sido pilares fundamentales de la banda, y entiendo que los fans tuvieran miedo de estos cambios, pero yo puedo decir a boca llena que no se han notado para nada. Si «2038» me está pareciendo obra magna, este «Cuarto Creciente», con cambios incluidos, me está pareciendo su opera prima.
La banda entonces queda formada de la siguiente forma:
- Ángel Belinchón a las voces
- Miquel Centelles a los teclados
- Pedro Corral a la batería
- Guillermo Guerrero a las guitarras
- Matías Orero a las guitarras
- David Mascaro al bajo
Para este disco han contado con la producción de Carlos Raya, que para mi gusto ha clavado un sonido nítido a la par que contundente, en el cual todos los instrumentos suenan al mismo nivel y donde el resultado final es tan apetecible de escuchar que realza incluso más la maestría que hay dentro del disco.
La portada es otro punto a favor, sencillamente espectacular. Lo de la pirámide invertida en su suelo seco me parece sublime. Ha corrido a cargo de Agustín Escudero.
Y musicalmente, los que ya conocéis a la banda, no os tengo que descubrir nada, pero para los que no, como lo era yo hasta ayer, la mezcla entre rock, hard rock y rock progresivo es latente y patente en cada nota y la verdad es que lo hacen de manera espectacular.
Yo siempre he opinado que el disco perfecto no existe, pero si debiera existir, este debería ser un claro ejemplo de perfección.
Destacar algún tema en un trabajo así, para un servidor, es prácticamente imposible porque todos me parecen geniales de principio a fin. Pero haciendo el esfuerzo de ensalzar algún tema por encima del resto, «Culpable», que es el corte inicial, «Segundo Intento» y «Capitán Veneno» serían los que mas hondo han calado dentro de mi ser.
«Culpable» porque desde el inicio con los teclados hasta el final, es una clase magistral de perfección hecha música. Las progresiones del tema y los giros me parecen soberbios. Los teclados con esas sonoridades «navideñas» me han alucinado. Y como primer single, editaron un videoclip espectacular.
«Segundo intento» porque tiene un ritmo tan especial como soberbio, con unos aires hard-rock e incluso AOR, que hacen que un tema que a primera escuha suena súper complejo parezca sencillo y altamente adictivo. Y esos teclados a lo Van Halen son tan bonitos que me cuesta no darle al repeat. De hecho, si me pongo dentro de la mente de la banda, habrán tenido serias dudas al elegir el single presentación, porque este «Segundo intento» habría quedado igual o mejor que «Culpable» como single.
Y «Capitán Veneno», porque como se suele decir, la primera canción es la que más te marca y esta ha sido la primera incursión en el mundo Dry River. Quizás sea el tema mas «oscuro» del disco, pero es que me ha flipado desde las primeras notas. Quizás el tema más progresivo y más cercano a las tesituras de Dream Theater por poner algún símil. Aparte, tema dedicado a una de las figuras de los carnavales de Cádiz, Juan Carlos Aragón, muerto en mayo de 2019 y que como seudónimo en sus comparsas y chirigotas utilizaba el sobrenombre de Capitán Veneno.
Del resto del disco, os pido un favor, escucharlo, dejaros llevar y adentraros en su mundo. Os garantizo millones de minutos de placer y apoyar a una de las mejores bandas del panorama estatal.
Mientras escribo estas letras, estoy en su tienda comprando sus discos. Así que haced lo mismo y contribuyamos a que la banda crezca más todavía.
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