Crónica Ripollet Rock 2022

Ripollet (Barcelona)

La mejor manera de volver a la rutina posible pasa por asistir al Ripollet Rock y punto.

Festival de metal por todo lo alto, enmarcado dentro de las fiestas locales de la ciudad de Ripollet, a escasos 15-20 minutos en coche de Barcelona y que año tras a año, se confirma y consolida como festival de referencia para todos los metaleros de la zona de Barcelona y cercanías.

Y esta afirmación es tan categórica, por 2 motivos principales, la organización del evento y la calidad de las bandas. Bandas de la categoría de Eclipse este año, Angelus Apatrida el año pasado, Royal Hunt el anterior, y retrocediendo en el tiempo, vemos que han pasado bandas del calado de Loudness, Edguy, Firewind, Jorn Lande, Vision Divine, Masterplan, incluso Rage cuando lo celebraban en el campo de futbol y del cual guardo el recuerdo de haber conocido a Mike Terrana allá por el 2003.

Y la organización, pues unos luchadores natos que desde llevan desde 1993 celebrando su festival en su ciudad y dándonos a todos la posibilidad de hacer más llevadera la vuelta de vacaciones disfrutando de un festival hecho desde el más absoluto cariño hacia la gente y cuidado hasta el más mínimo detalle.

Solo una maldita pandemia ha sido capaz de frenar a la organización. Pero ni así, han renunciado y el año pasado, pandemia incluida, organizaron el festival de nuevo, parado desde 2019 como todo. Consiguieron organizarlo, con sillas, con zonas delimitadas y siguiendo todas las «recomendaciones» que nos daban y donde la comunidad metalera dio una autentica lección de responsabilidad, respetando todas las absurdas normas que nos obligaban a cumplir.

La organización ha ido dando explicaciones de cada paso adelante del festival, nos ha ido informando de las bandas, de los horarios, de las zonas habilitadas para los mercadillos, zonas de comida, barras, merchand, e incluso de la entrada en funcionamiento de una app para móvil para comprar la bebida sin tener que hacer largas colas para los tiquets. Una organización de 10 para un festival de 10, ni más ni menos. Chapó para los organizadores.

Y si a todo esto le sumas que es punto de encuentro de amigos y conocidos, todo es mucho más agradable. Yo en mi caso, pude charlar con Eric Moya (ex-Deldrac), con Sergio Bermudez (Lyra Mortem), con John Portillo (Kilmara), pude conocer al resto de la banda Kilmara, y a esto hay que sumarle ir con mi inseparable hermano de sangre y de metal Richard, con mi colega Abraham, pude encontrar a Inma y Javi y charlar como siempre con ellos de metal. También extrañe a Alfonso Diaz y a Marc Gutiérrez que suelen estar allí, pero todo no se puede tener, ¿no? Lo dicho festival de 10 y punto de encuentro de la familia metalera.

En cuanto a las bandas, pues un cartel variado como siempre, y dando cabida a bandas locales, nacionales e internacionales. El año pasado, por la excepcionalidad de la situación fueron todas nacionales pero este año ya retomaron su forma de proceder habitual.

Decir que yo desde aquella lejana de 2003 no había podido volver a asistir hasta el año pasado, quedando tan alucinado que este año he tenido que repetir y que intentaré siempre que pueda acercarme porque, repito, es festival de 10.

Este año el cartel estaba compuesto por:

  • Evnen (Ripollet)
  • Kilmara (Barcelona)
  • Easy Rider (Madrid)
  • Eclipse (Suecia)
  • Victory (Alemania)

A las 20:30 abrieron puertas, y allí estábamos entrando y viendo el ambiente y las ganas de metal que se respiraban en el ambiente. Primera parada, el puesto de merchand antes de que se llenara de gente y compras obligadas para ayudar a que se pueda celebrar la próxima edición. Camisetas del festival, hasta de niños (incluida la compra para mi hijo), camisetas de las bandas y cds de las mismas, se podían adquirir allí.

Siguiente parada la barra, hidratación necesaria dado el calor sofocante y la humedad que sufrimos allí.

Y sobre las 21:00 comienza la música, Evnen salen a escena a destrozarnos los oídos literalmente y a transportarnos a mundos oscuros. Sonidazo espectacular toda la noche para todas las bandas, pero sobre todo para Evnen, con una propuesta mas black metalera, de la cual se necesita que se oiga todo para entender su música, sonaron brutales.

Evnen

Evnen practican, creo y espero no equivocarme, un metal extremo a caballo entre el black metal y el death metal. Musica dura y fría, de la cual, los mas fieles seguidores de la banda disfrutaron con pogo incluido durante los 2-3 primeros temas. Salieron con sus capuchas y caras pintadas y durante sus 45 minutos de actuación nos desgranaron lo mejor de su discografía. Muy buen concierto para abrir boca.

Parón para el cambio de instrumentos y salta a escena Kilmara. La banda que más ganas tenia de ver junto a Eclipse. La banda capitaneada por John Portillo, son otra de las bandas de Barcelona más luchadoras por hacerse un sitio y un nombre dentro de la escena, y lo están consiguiendo a base de duro trabajo y discazos como su «Across the real of time», último trabajo editado en 2018 y masterizado por Roland Grapow.

Kilmara

Difícil fue llegar a primera fila, pero conseguí mi objetivo, y allí sobre la valla me situé para disfrutar de su concierto. Y sobre las 22:05 comenzó su descarga, repleta de energía, de buen rollo, de heavy metal de muchos quilates y en constante comunicación con el público. Eric Martínez a la batería es una auténtica bestia y aporreó su kit como si fuera su último bolo. Tanto John Portillo como Carles Sales no pararon de desgranar notas por sus guitarras, alternándose los solos y los riffs entre ellos. Didac al bajo es una apisonadora, como atronaban sus cuatro cuerdas y Daniel es sencillamente unos de los vocalistas más carismáticos de la escena actual. Con un timbre de voz muy particular, llevó los temas a donde y por donde quiso y estuvo en constante comunicación con el público, cosa que es de agradecer mucho, ya nos involucró en el concierto desde el minuto cero.

Kilmara

Desde los primeros acordes de «The break up» de su disco de 2014 («Love songs and others nightmares») se metieron al publico en el bolsillo. Como es normal, centraron su show en su último disco «Across the realm of time» del cual sonaron todas sus canciones más conocidas como «Purging flames», «Disciples», «The end of the world», «My haven», «Principles of hatred» y «Out from the darkness» con la cual acabaron el concierto. Y detallazo que tuvieron al presentarnos un tema de su nuevo disco, que esperemos que todo vaya bien y vea la luz en 2023. El tema se llama «Power of the mind», que sonó espectacular, y denota que la banda no se estanca en un estilo y va evolucionando, manteniendo sus bases sólidas. Conciertazo, para mi el mejor del festival, que durante sus 45-50 minutos nos transportaron al éxtasis absoluto con su heavy metal hecho desde el corazón y para los corazones de los fans.

Kilmara

De nuevo parón, cambio de instrumentos y saltan a escena Easy Rider. El concierto de los madrileños fue el más accidentado de todo el festival. Tuvieron muchos problemas de sonido en el escenario. Vaya por delante que Easy Rider, nunca llegó a tocarme el corazoncito metalero, y nunca he sido gran seguidor de la banda, pero he de decir que demostraron ser unos grandes profesionales, dado que, a pesar de todos los problemas que tuvieron hasta la mitad del concierto, siguieron tocando y buscando las soluciones entre tema y tema, y todo con una sonrisa y con buen rollo hacia el público. Hasta el punto de «amenazarnos» con un si antes os ha gustado ahora que sonamos bien, vais a flipar (o algo así).

Easy Rider

Dess, la nueva vocalista, no paró de moverse por el escenario jaleando al publico y alternaron temas en castellano (de sus primeras épocas, según me informaba mi hermano que sí los seguía un poco más) con temas en inglés. También tuvieron la deferencia de tocar un tema de su próximo disco, para goce de los seguidores que había entre el público.

Buen concierto, del cual quiero destacar que se sobrepusieron a todos los problemas, pero que me reafirmo en mi posición de que les falta algo para hacerme conectar con ellos.

Y llegó el turno de Eclipse. Hard rock enérgico, contundente y pasional. He de decir que a pesar los empeños de mi amiga Inma, nunca me había parado a escucharlos, hasta tres días antes, que me dije, voy a darles una escucha, a ver que tal, y se me derribaron todos los muros de mi cabeza hacia el hard rock. Pensaba que sería demasiado pasteloso y empalagoso y todo lo contrario. «Wired», su último disco, es una apisonadora sónica, así que desde aquí, Inma, como te dije en persona, perdón por no haberte hecho caso antes.

Eclipse

Eclipse hizo su concierto de presentación de «Wired» en Ripollet y nos dieron durante 1:30 minutos aprox. una autentica lección de Hard Rock, de energía, de como conectar y hacer disfrutar al público, incluido sólo de batería.

Eclipse

Desgranaron temas de su último disco, con temas más antiguos que, entiendo, eran clásicos, dado que los fans que tenía alrededor mío lo coreaban todos sin problemas.

Aparte de la energía, no pararon de moverse por todo el escenario, incluido el batería que salía de su kit para tocar los platos por delante, subido en la propia tarima del kit de batería, desprendieron tan buen rollo con la gente, que me dejaron prendado de ellos. Diciendo que Barcelona era su segunda casa, que el clima, que la playa, etc…

Es más, coquetearon y «amenazaron» con tocar el «Walk» de Pantera, como dijo el guitarrista Magnus, «Pantera puta madre». También hicieron lo propio con «Welcome to the jungle» de Guns y la gente enloqueció, aunque no tocaron ninguna versión.

En resumen, conciertazo por todo lo alto, y desde ya, en mí, han ganado un nuevo fan.

Y llegó el turno de la última banda, Victory. Banda alemana liderada por Hernan Frank (ex-Accept) que regresaban a la escena después de más de 10 años de parón. He de decir que desconocía completamente la banda y lo poco que pude ver, estuvieron muy bien, muy profesionales, practicando un heavy metal de corte ochentero, pero el cansancio hacía acto de de presencia, y no pude ver la descarga completa de los alemanes.

En resumen, como dije al principio, un grandísimo festival, de referencia ahora mismo en el panorama actual, con una organización ejemplar y que tenemos que seguir apoyando, comprando merchand, consumiendo en sus barras y asistiendo año tras año para que se siga celebrando. Escenario y bandas de calidad, sonido excelente y organización espectacular.

Larga vida al Ripollet Rock.