Gran disco, sin lugar a dudas, este «The great divide». Y aunque algo tarde, he conseguido adentrarme en las entrañas de este proyecto liderado por Martin Midgard acompañado a la voz por el genial Stu Block.
El disco apareció allá por marzo, si no recuerdo mal y lo descubrí por la publicidad que hacia del propio disco Stu Block en sus redes sociales. Hay que decir que soy gran fan del trabajo de Stu sobre todo en Iced Earth y cuando lo vi me dije, tienes que oírlo. Pero por avatares del destino, el disco se quedó en mi propio «dique seco» y hasta ahora no he conseguido recuperarlo, pero menuda forma de recuperarlo, la verdad.
Gracias desde aquí a mi gran amigo Francisco Javier Herrera ya que, gracias a él, lo he rescatado de mi propio ostracismo y ha entrado por derechos propios en la lista de favoritos al top anual.
Y como no, agradecer la amabilidad de Martin Midgard, ya que le contacté para adquirir una copia del cd y todo han sido facilidades. Thanks a lot Martin.
¿Y quién es Martin? Pues es un gran compositor de Ontario (Canada). Licenciado en artes musicales e historia, es un gran compositor de música metal, con toques progresivos, y ambientaciones que te teletransportan a cualquier sitio y situación. Una combinación cuasi perfecta entre la música, la voz y las ambientaciones dan como resultado un disco riquísimo en matices y que, con cada escucha, gana, crece, te envuelve y te atrapa.
Y aunque pueda parecer un desconocido, ya es su segundo trabajo, dado que en 2016 ya editó su primer trabajo «Music of the spheres» y en el cual contó con Dennis Dumphy a la batería y el genial cantante Rob Lundgren (Mentalist, Reveal, Enigmatic Entrance).
Y entrando un poco ya en el disco, partimos de una portada preciosa, intrigante y enigmática realizada por Giannis Nakos de Remedy Art Desing.
Y musicalmente, ha vuelto a contar con Dennis para las baterías y en esta ocasión, como dije antes, las voces las ha puesto Stu Block y qué voces. Lo de Stu me parece superlativo, cómo modula, como sube y baja los tonos sin inmutarse, como mete guturales sin problemas y la transmisión de sensaciones a través de sus cuerdas vocales me asombra en cada escucha.
7 temas componen el trabajo y podremos encontrar de todo, prog power de muchos quilates, pasajes épicos y envolventes, partes mas teatrales, pasajes cañeros, algunos rozando el thrash metal y otros mas lentos y dulces. En resumen, una amalgama de variaciones en cada tema, que sorprenden en cada reproducción y que provocan presionar el botón del repeat.
Generalmente suelo recomendar algunas canciones del disco, pero en este caso, solo os recomendaré una. «Yuki-onna». ¿Y por qué os preguntareis? Pues porque es el resumen perfecto del disco en sí y es el tema que más me ha gustado.
Partiendo de un inicio que me ha recordado infinitamente a «Fiddler on the Green» de Demons&Wizards, lento con guitarra acústica acompañada por la voz, envolvente y evocador, va aumentado la épica poco a poco, con unos teclados que le dan colchón perfecto a la guitarra y una batería suave, apenas perceptible. Y poco a poco, va entrando la batería normal, convirtiendo el tema en un mid tempo que continúa cargado de epicidad, hasta que la voz de Stu se torna más cruda y agresiva con la cual el tema gana en rabia e intensidad, transformándose en un tema rápido, violento y épico, con un Stu aumentado la crudeza de su voz hasta rozar el gutural para volver a sus tonos normales. Un temazo que va evolucionando hasta finalizar cargado de epicidad con unos teclados finales espectaculares.
El resto tendréis que descubrirlo vosotros mismos, pero os recomiendo encarecidamente que lo escuchéis pues no os va a decepcionar seguro y si os atrapa como a mí, tened seguro que no os va a soltar con facilidad.
Gran disco y grata sorpresa de este 2022, en el cual a pesar de los grandes lanzamientos que se preven, The Midgard Project se ha colado por derecho entre los mejores.
Fotografías obtenidas de la web oficial de la banda.
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