Cuando la música es magia, uno se tiene que enamorar perdidamente y sin remisión. Y esto es lo que me sucedió con la banda de la cual me dispongo a hablar.
Año 2018, Sala La Nau de Barcelona. Ankhara se disponía a presentar su disco «Sinergia» en la ciudad condal. Cartel en el cual, aparte de Ankhara, estaban Delawere, Conkheror y Embersland.
Una de las cosas más maravillosas que te puede pasar cuando vas a un bolo, es descubrir bandas nuevas, y en este caso, aquel día de 2018 me enamoré de Embersland, sin remisión ni oposición. Me encantó su descarga, me emocionó la manera de conjugar las voces guturales de Will con la voz dulce y angelical de Clara, me voló la cabeza la forma de tocar la batería de Luka, las guitarras de Jimmy me atravesaron cual cuchillo a la mantequilla, el bajo de Víctor, hoy todavía resuena en mi cabeza y los teclados de Xavi me hicieron viajar a cualquier lugar del planeta.
Cuando terminó su concierto, no pude contenerme y me fui directo al puesto de merchan y compre toda su discografía, y para colmo, me crucé con Xavi por la sala, me atreví a charlar con él, y de ahí surgió una buena amistad.
Y cuando uno claudica a un sonido y a un grupo, no tiene por menos, que seguir sus pasos. Y cuando, hace un año mas o menos, nos dieron su primera pincelada de su nueva obra, a servidor se le pusieron todos los sentidos en modo alerta, por descubrir que nuevas nos traen.
Decir que ha sido un año duro de soportar, escuchando algún que otro single con el cual nos han ido poniendo los dientes largos. Y por fin, llegada la fecha, ha visto la luz este «The Harbour in me».
De recibo es mencionar las ganas y la entrega de toda la banda, empeñados en continuar con su sueño, entregándonos otra obra de arte, en estos tiempos tan inseguros e inciertos para las bandas en general y en particular las bandas que no tienen tanto soporte de discográficas detrás. Por eso, desde aquí, rompo una lanza en favor de ayudar y apoyar a bandas más «pequeñas» en cuanto a nombre, no en cuanto a calidad, ya que Embersland, de calidad van sobrados.
¿Y si no los conocéis? ¿A qué esperáis? Practican un power metal sinfónico con la alternancias de voces entre las limpias de Clara y las graves y guturales de Will.
La portada ha sido diseñada por Clara y el disco se ha grabado en los Embersland Studios, vamos que lo ha grabado y producido Xavi. La portada me ha parecido fantástica con el faro en medio de la tormenta y el sonido es espectacular, se oyen perfectamente todos los instrumentos al mismo nivel y con una nitidez digna de cualquier gran estudio.
Y en lo musical, pues manteniendo sus señas de identidad, han dado un pasito más, han endurecido su sonido, ganando en contundencia, sin perder un ápice de las melodías que han dotado siempre a sus temas. Incluso se han atrevido a meter toques mas cercanos al black metal en el tema «Bear My Ember».
En el disco, también hay cabida a las colaboraciones, cantando en el tema «A vision» David Arreondo de Taken, Kris Vega de Born in Exile ha prestado su voz para el tema «Our demise» y Carlos Torregrosa ha cantado en el ultimo tema «The Last Journey».
Y en cuanto a temas, estamos delante de 10 temas, o más bien, 10 trallazos de música hecha con el corazón.
Y si tengo que destacar algún tema por encima del resto, os destacaré 4 aunque el disco es completísimo.
«Invocation», porque tiene un aire entre aquelarre y fiesta que me ha alucinado. Es quizá el tema que más se sale de su estilo más «tradicional».
«Bear My Ember» por ser de los mas cañeros que han hecho nunca, incluso con algún pasaje cercano al black metal, sobre todo en los compases de batería. Espectacular.
«My war», por ser las señas de identidad de la banda, caña y melodía a partes iguales.
«Skeptic Mind», con una entrada de bajo aplastante que marca el camino del tema más cañero que han hecho nunca, desde mi punto de vista.
Aunque ya os digo que se me ha hecho muy difícil seleccionar algún tema por encima del resto porque es un grandísimo trabajo.
Directo a mi top anual y mira que este año hay donde elegir…
Os recomiendo encarecidamente que le deis una escucha a este «The harbour in me» porque os apasionará seguro, tanto como a mí.