¿Quien se atreve a decir que no hay relevo generacional dentro del metal? Porque yo considero que sí lo hay, tenemos bandas dentro de la escena que están luchando mucho por intentar llegar a cubrir los posibles huecos que dejarán los “dinosaurios” del metal.
Y de las bandas que creo que ocuparán esos huecos, están Powerwolf. Esta banda está, bajo mi prisma, llamada a ser una de las bandas abanderadas dentro del power metal en unos pocos años. Y lo considero porque aparte de la parte musical, aportan espectáculo a sus conciertos, artworks espectaculares, grandes líneas de merch y todo un mundo alrededor de la banda digno de bandas de renombre.
Ya desde 2005 cuando debutaron con su disco «Return in Bloodred» dieron las señas claras de hacia donde conducían su barco musical y con este último disco «Call of the Wild» han dado el do de pecho, el puñetazo en la mesa o como queráis definirlo, para decir y demostrar de que están aquí para ocupar el lugar que les corresponde en el olimpo del power metal.
Attila Dorn a las voces, los hermanos Greywolf (Matthew y charles) a las guitarras, Falk Maria Schelgel a los teclados y Roel Van Helden han formado un combo compenetrado y una maquinaria perfecta de power metal epico y grandilocuente.
Para este nuevo trabajo han vuelto a contar con el artwork de Zsofia Dankova ,y como siempre, como rasgo de identidad de la banda, estamos delante de un trabajazo artístico centrado como siempre el el lobo, que en este caso parece ejercer de juez con una balanza con ángeles en una pesa y demonios en la otra.
Y en lo musical, aunque pudiera parecer que repitiendo cliches y fórmulas anteriores, ya les bastaría para editar un buen trabajo, en este han optado por introducir algunos elementos novedosos en algunos temas que incluso, a mi que soy bastante fan, me han llegado a descolocar.
Y me explicaré, los dos primeros singles, «Besat of Gevaudan» es un tema que difiere un poco con el estilo mas arraigado de los lobos, algo menos lineal y con más cambios de ritmo que hacen que la canción acelere y pare varias veces, pero que contiene unos coros y una épica muy pegadiza. Un tema algo diferente pero sin perder la esencia y que me sorprendió como primer single. Eso sí el videoclip es espectacular.
El siguiente single fue Dance with the Dead y este tema me enganchó mucho más que el anterior single, aunque es el tema que más se acerca al metal melódico y que más se aleja del estilo 100% powerwolf. Es un temazo pegadizo y penetrante y el que más se aleja de su sonido general. Y con otro videoclip que es sensacional.
Y del resto del disco, pues tenemos temas 100% powerwolf, rápidos, épicos, grandilocuentes y festivos.
Como ejemplos de rapidez y epicidad «Faster than the flame» y el homónimo «Call of the Wild».
Como ejemplos de festivos «Blood For Blood», que creo que va directo a sus setlist nuevos.
Como ejemplo de grandilocuencia y epicidad el tema «Varcolac», sencillamente un tema que destila opulencia por doquier.
Y como la balada que cae en todos los discos, el tema «Alive or Undead», tema lento y envolvente donde la voz de Attila sobresale por encima del tema.
Y para seguir mal acostumbrarnos, no contentos con darnos nuestros 45 min aproximadamente de sonido Powerwolf, se descuelgan con una edición de lujo con 2 cds más.
Uno titulado «Missa Cantorem» donde han regrabado clásicos de los lobos con diferentes cantantes y adaptando las letras al cantante que tocara. Ejemplos tales como Alissa White-Gultz (Arch Enemy) cantando «Demon’s a girl’s best friend», Ralf Scheepers (Primal Fear) cantando «Sanctified with Dynamite», Johan Hegg (Amon Amarth) cantando «Nightside of Siberia» o la gran Doro Pesch cantando «Where The Wild Wolves Have Gone» entre otros.
Discazo desde mi punto de vista, ya que aporta nuevas maneras de revisar temas dándoles un toque diferente pero sin perder la presencia original.
Y el 3er cd es ya un poco mas especial y para coleccionistas, ya que son versiones orquestales de todos los temas de Call Of The Wild. Puede parecer una sobrada, pero para los fans y coleccionistas una gran pieza.
En resumen, los lobos han regresado mas fuertes, épicos y grandilocuentes que nunca, lanzando otro disco que se convertirá en clásico de su discografía y del cual muchos temas apuntan a sus nuevos setlist sin dilación alguna.
Otro gran disco para este año de mierda, en el cual seguimos sin poder disfrutar de lo que más nos gusta, que son las giras, conciertos y festivales.
Nota: 9
Sin duda una obra grandilocuente, muy del estilo vikingo, pero que se deja escuchar, en el que encontramos una voz de corte operístico, unas bases rítmicas pesadas, pero no apabullantes, y unos coros y teclados que le dan un toque épico y algo marcial a las composiciones. Las guitarras y el bajo son lo que se espera siempre del buen metal. Muchas gracias a Enrique por el descubrimiento del grupo y también de la ilustradora.