Camel fue una banda de rock progresivo (en España se denominaba entonces rock sinfónico). Se dieron a conocer en 1973 con Andy Latimer, fundador, alma máter y único integrante original que sobrevivió al paso de las décadas. El resto de la banda en sus inicios fueron Peter Bardens, Andy Ward y Doug Ferguson.
El nivel de su discografía es inferior al de monstruos como Pink Floyd, Yes, Genesis o King Crimson. Sin embargo, en su época de esplendor fueron más que reconocidos a nivel internacional. Al interesante debut de 1973, “Camel”, siguió una primera obra sobresaliente, “Mirage”, en 1974, que ya contenía “Lady Fantasy”, una de las obras más reconocidas de la banda. Demostraron tener el talento, muy en el entorno rock sinfónico de la época, con un estilo muy personal y distintivo, destacando la línea de guitarra de Latimer cuyos punteos perfectos se equiparaban a la altura de los maestros Steve Hackett, David Gilmour o Steve Howe.
En 1974 y 1975, Camel se percataron de que el panorama musical y progresivo estaba dominado por bandas como Jethro Tull, Genesis y Yes (Pink Floyd eran un caso aparte). En esa época lo que se llevaba era el “álbum conceptual”, y para ello escogieron un breve relato de un autor estadounidense llamado Paul Gallico, titulado “The Snow Goose”, en torno al cual construyeron un poema sonoro, que ha quedado como la obra cumbre de la banda británica, y que aparece en cualquier lista que recoja los diez o quince mejores lanzamientos en la historia del Rock Progresivo.
En la grabación del álbum, Inicialmente se pensó en incluir una parte narrada y parte del texto de Paul Gallico, por lo que se intentó conseguir la autorización del escritor de la obra, pero la respuesta de este fue negativa, pensando erróneamente que la banda tenía relación con la conocida marca de cigarrillos norteamericana. Finalmente, la autorización no se produjo y el disco aparecería en Inglaterra bajo el título de “Music Inspired by the Snow Goose” en abril de 1975.
La edición de este álbum en España apareció como doble disco, conteniendo “Mirage” (1974) y “The Snow Goose” (1975), con la famosa portada del paquete de cigarrillos de la marca que todos conocíamos (en realidad, dicha portada correspondía al disco “Mirage”).
Al poco tiempo de editar este disco, Camel lo presentó en el Royal Albert Hall junto a la Orquesta Sinfónica de Londres (los arreglos orquestales en esta grabación le dan un plus magnífico y superlativo). Dicho concierto sería publicado de manera oficial en el directo “A Live Record” de 1978, una grabación impecable que contiene momentos sensibles que ponen la carne de gallina, y permite a cualquiera percibir lo grande que fue el Rock Progresivo británico en la década de los 70.
El disco original fue la suma de la colaboración entre Latimer y el teclista Peter Bardens (tristemente desaparecido en 2002). Los dos genios, junto con la base rítmica compuesta por Doug Ferguson, al bajo, y Andy Ward, a la batería, lanzaron en abril de 1975 este álbum conceptual e instrumental, que se ha convertido en uno de los discos más queridos de Camel por nosotros, los fans.
Recientemente (año 2013) este magnífico disco ha sido revisitado, remezclado y regrabado por Andy Latimer. La razón de Andy Latimer para rescatar ‘The Snow Goose’ fue que nunca quedó del todo satisfecho con algunos arreglos y la producción en general.
Latimer consiguió con esta regrabación un resultado más que digno. Aprovechó la ocasión para introducir arreglos nuevos en algunos de los cortes, los alargó ligeramente e introdujo una sensación y un ambiente parecido al de una banda sonora de película. El sonido resultó más actual y nítido, y eso le da un toque más fresco, aprovechando la tecnología moderna y los medios digitales a su alcance. Además, hay que sumar la experiencia en los arreglos que ha adquirido Andy Latimer con el paso de los años. Latimer, que se ocupa de todas las guitarras, flautas y producción, está acompañado por su mano derecha, Colin Bass, al bajo; Denis Clement, a la batería, percusiones, algunos teclados y producción, y Guy LeBlanc, a los sonidos de órgano, sintetizador Moog y piano, dejando a Latimer los teclados más orquestales y ambientales. Sí es cierto (o al menos a mí me lo parece) que la esencia del álbum original (producción analógica, atmósfera primitiva, “ruido de fondo” del máster, el sonido de los instrumentos originales y la orquesta original, sustituida en muchos pasajes por samplers) se echa de menos (pero para eso ya tenemos el original).
No obstante, Andy Latimer ha demostrado ser muy inteligente al rescatar esta obra. Él mismo se había recuperado de una grave enfermedad hematológica (recibiendo incluso un trasplante de médula ósea) y pensó que el disco merecía unos arreglos con los medios actuales, decidiendo también volver a presentarlo en vivo en una gira durante 2014, con paradas en Madrid y Barcelona (he tenido el inmenso placer de verlos en directo en tres ocasiones). El resultado es todo un acierto y, con ello, Latimer ha demostrado que sigue en forma, musical y creativamente hablando.
Empecemos pues el relato de esta obra maestra. (se recomienda escuchar el disco en relación al relato)
1. The Great Marsh (El Gran Pantano)
En la región de Essex, Inglaterra, se extiende una gran región pantanosa, aislada del hombre. En uno de los márgenes de esta zona, se encuentra una vieja muralla baja y las ruinas de lo que fue un faro, donde ahora el mar ha recuperado su terreno. Este fue el escenario de una historia entre un hombre, una muchacha y un ave blanca que presenció todo, antes de regresar definitivamente a las lejanas tierras de dónde provino. La pieza es casi visual: el sonido de aves nos da la bienvenida a la zona; luego surge una música que evoca desolación: estamos contemplando las ruinas del faro. Hacia el final, la atmósfera musical se vuelve brillante: estamos viajando al pasado, cuando el lugar era habitado por un hombre de apariencia grotesca, pero de buen corazón.
2. Rhayader
En 1930 llegó a vivir en el faro un hombre llamado Phillip Rhayader. Su aspecto era grotesco: jorobado, deforme y con enorme barba. Sin embargo, era noble, emprendedor, amante de la naturaleza y pintor de aves. Todo ello a pesar de que el trato con sus semejantes lo había llevado a aislarse en este lugar. Parece claro que la música se concentra en sus cualidades personales: es animosa, como sugiriendo el entusiasmo del hombre al llegar a su nuevo hogar.
3. Rhayader goes to town (Rhayader va al pueblo)
Rhayader solamente iba al pueblo para comprar lo indispensable, y lógicamente su aspecto provocaba reacciones a las cuales se acostumbró. La pieza es muy expresiva: el inicio es brillante, optimista, del mismo carácter de la pieza anterior.
Luego, al minuto de la reproducción, entra un tema que sugiere entereza y firmeza, es Rhayader en el pueblo; luego, un pasaje breve sombrío, que hace pensar en la reacción silenciosa y desconfiada de la gente. Ambos temas con sus episodios se repiten alternadamente, sugiriendo como el hombre deforme se sobrepone cada vez que percibe la reacción de sus semejantes. Así, el largo solo de guitarra es seguido por una última y decidida reiteración del primer tema. Phillip ha pasado la prueba de entereza.
Interludio: A pesar de esto, Rhayader no odiaba a nadie. Se había aislado por la falta de afecto que profesaba a los demás, pero no era amargado o ermitaño, sino creativo y fuerte: podía manejar su pequeño bote con solo una mano y sus dientes, y de este modo realizaba viajes por el mar que a veces duraban días.
4. Sanctuary (santuario)
Su amor por las aves llevo a Rhayader a llevar varias de estas a vivir en un lugar que había preparado junto al faro, creando un verdadero santuario. En este refugio recibía incluso la visita de aves migratorias, entre ellos, los gansos. En esta forma de vida pasaron tres años, hasta que…
5. Fritha
Un día llega hasta el faro una chiquilla de doce años, menuda y tímida. Con gran miedo, pero también curiosidad, llamó a la puerta del hombre cuyo aspecto tanto le asustaba, y del que tantas leyendas se contaban en el pueblo donde vivía. Cuando Rhayader abre y le pregunta tranquilamente que deseaba, ella le muestra lo que carga en los brazos: un gran ave blanca.
6. The Snow Goose (El Ganso de la Nieve)
Se trata de animal llamado en ingles Snow Goose, (especie originaria de Canadá), herido de bala recientemente. Su plumaje es blanco, excepto por el negro en las puntas de las plumas de las alas. Podemos oír de nuevo la frase musical insinuada en Sanctuary, pero ahora como parte de un bello episodio que será importante después. Es el Tema del Ganso de la Nieve.
Interludio: Ayudado por Fritha, Rhayader cura al ganso y lo bautiza como La Princesse Perdue (La Princesa Perdida). A partir de entonces, y por invitación del hombre, la chiquilla se vuelve una visitante frecuente del faro para ver al ave.
7. Friendship (Amistad)
Surge una relación afectiva entre el hombre y la niña, utilizando como punto de unión, al ganso extraviado. En el tema y al fondo del mismo, se escuchan siempre unos arpegios saltarines, producidos por un fagot, y que sugieren al ganso mismo (tal vez su forma de caminar). Queda plasmado como en la relación de estas personas está implícita el ave.
8. Migration (Migración)
Una mañana de junio, el ganso recuperado, parte con el resto de las aves migratorias en su viaje estacional. Fritha y Phillip lo observan mientras se aleja.
9. Rhayader alone (Rhayader solo)
Con la partida del ganso, Fritha dejó de visitar el faro, y Phillip quedó nuevamente solo… probablemente más solo que antes (así lo demuestra el triste pasaje musical). Durante el verano, pinto la imagen de una chiquilla que sostenía un ave herida en sus brazos.
10. Flight of the Snow Goose (El vuelo del Ganso de la Nieve)
A mediados de octubre, Rhayader observa un punto en el horizonte que se agranda hasta convertirse en un ganso blanco. La Princesa Perdida había vuelto!. En la pieza esto se evoca con el aumento progresivo del sonido, como el ave que se acerca. Luego, escuchamos otro tema importante (el “Tema del Regreso”) que describe la alegría del hombre (y quizás también del ganso). Rhayader localiza de nuevo a Fritha, y ella recupera sus visitas al faro. Así pasó el tiempo, marcado por las partidas y regresos estacionales del ave. Phillip y Fritha mantuvieron esta dinámica de relación natural: cuando el ganso estaba, ella era una visitante frecuente; y cuando partía, ella también se ausentaba.
Interludio: Un año el ave no volvió y el hombre estaba descorazonado. Cuando a la siguiente estación La Princesa Perdida volvió de nuevo, avisó de nuevo a Fritha. Ella se presentó tiempo después y Rhayader vio asombrado que ya no era una chiquilla. Una tarde de 1940, mientras Europa estaba en plena 2ª guerra mundial, Fritha y Rhayader observan al ganso mientras inicia su vuelo migratorio; súbitamente regresa a tierra y ya no lo intenta de nuevo. Phillip expresa “No se irá más: este es ahora su hogar y lo escogió libremente”. La muchacha percibe que el encanto que el ave ejercía sobre ella desaparece: solo quedan ella y Rhayader, algo distinto surge en su interior: un nerviosismo que la hizo despedirse rápidamente, Phillip solo pudo decirle tristemente: “Adiós Fritha”.
11. Preparation (Preparativos)
Sin embargo, Fritha regresa días después, ahora es evidente que ya no lo hace por el ave. Esto es lo que la música dice también. Al inicio escuchamos de nuevo el Tema del Afecto, pero ahora su carácter ya no suena juguetón, sino más profundo. A continuación, Fritha encuentra a Phillip preparando su bote para un largo viaje. Le explica que va a un lugar llamado Dunkerque, donde hay soldados atrapados y quiere ayudar a rescatarlos. La chica siente un gran miedo en su interior, pero sus ruegos para que el hombre no vaya o para que la lleve consigo son inútiles. Rhayader le explica que esos soldados están siendo cazados como aves, como las aves que ellos habían curado juntos. Él podía contribuir y sentirse un hombre completo. El pasaje sombrío que surge a continuación, y dura el resto de la pieza, refleja los miedos de la chica, que ahora comprende lo mucho que le importa Rhayader. Promete cuidar el santuario y se despide de Phillip con pena y a su vez esperanza. Y entonces, repentinamente, mientras el bote se aleja por el mar, el Ganso de la Nieve levanta el vuelo y lo sigue. Ambos se pierden en el horizonte. «Cuida de él, susurra Fritha”.
12. Dunkirk (Dunkerque)
La música es más que elocuente: Dunkerque, puerto francés escenario de un episodio especialmente dramático en la Segunda Guerra. Miles de soldados aliados arrinconados contra el mar por el ejército y la aviación nazis, y barcos de todo tipo haciendo durante días una desesperada labor de rescate bajo constante fuego alemán.
Durante esos duros días se forjan incontables historias, y entre ellas, los soldados hablan de un enorme ganso blanco, que aparecía entre el humo y los disparos de los aviones, como emisario de la llegada de un pequeño bote guiado por un extraño individuo que transportaba a los hombres, con el ganso volando siempre a su alrededor. La música sube de intensidad hasta una clímax dramático; entre los relatos de esos días está el de un oficial que narra cómo durante uno de los viajes de rescate, su barco cambio de rumbo para observar un pequeño bote con un gran ganso blanco posado en su mástil y cuyo tripulante yacía muerto por una ráfaga de metralleta. Entonces se dieron cuenta que frente a ellos había una mina, con la que habrían chocado si no hubieran cambiado el rumbo. La hicieron detonar mediante disparos y el oleaje provocado hundió el pequeño bote. El ganso, hasta entonces inseparable, voló tres veces alrededor y luego se alejó dirigiéndose hacia el oeste.
13. Epitaph (Epitafio)
Se repite el pasaje sombrío de “Preparation”, como confirmando que los temores de Fritha se habían hecho realidad.
14. Fritha alone (Fritha sola)
Durante ese tiempo, Fritha había cuidado de las aves y del faro, recorriendo todas sus habitaciones, llenas de las pinturas de Phillip. Entre ellas encuentra aquella donde aparecía, todavía niña, con el ganso herido en sus brazos. Ese cuadro la estremece como ninguna otra cosa lo había hecho antes. Curiosamente era la única vez que Rhayader había pintado al ganso, esa ave llegada de tierras lejanas, que había regalado un amigo a cada uno de ellos…y que al final regresaba para avisarle que no se verían más.
15. La Princesse Perdue (La Princesa Perdida)
Como en la pieza 10, percibimos como el ganso se acerca poco a poco por el horizonte, y se retoma el Tema del Regreso. Pero ahora no es Rhayader quien lo observa sino la muchacha, y ella entiende perfectamente el mensaje. Todo su amor se manifiesta entonces, surgiendo como las lágrimas en sus ojos. El espíritu salvaje llama al espíritu salvaje, y la chica parecía volar junto al ave, percibiendo el mensaje que esta llevaba y le transmitía: “Fritha, mi amor, adiós mi amor!”, contestando ella: «Phillip, te amo”. El Ganso de la Nieve da una última vuelta muy cerca del suelo, y luego comienza a ascender y alejarse. Fritha ya no volaba con él: estaba de vuelta en la tierra, y ya no veía al ganso, sino al alma de Rhayader, despidiéndose para siempre. Alzándose de puntillas, ella se despide también, mirando mucho después de que el ave se pierde de vista. Luego entró al faro, toma la pintura que Rhayader había hecho de ella, y estrechándola contra su pecho vuelve a su casa. Todo esto representado por el tema del Ganso de la Nieve, transformado. La misma hermosa melodía que marcó el inicio de esa relación ahora es quien la cierra, formando un pasaje de gran belleza y sentimiento.
Último interludio: Cada noche, durante muchas semanas, Fritha iba a alimentar a las aves. Una mañana, un piloto alemán confunde el faro con un objetivo militar y lo destruye. Y esa tarde, cuando acude a su tarea, la chica se encuentra con unas pocas ruinas cubiertas por el mar (que había recobrado su territorio) y a las gaviotas viviendo tranquilamente como siempre.
16. The Great Marsh (El Gran Pantano)
Escuchamos de nuevo el tema sombrío inicial. Hemos retornado al presente después de conocer la historia detrás de las ruinas. ¿Cuántas cosas en el mundo son así? ¿Qué historia hay detrás de cada piedra que vemos? Y el hecho de que nada parece conmoverse, a pesar de los actos de los hombres, como supuestos reyes de la Creación, debería hacernos reflexionar.
Una bella historia y un cuento de Hadas que fue interpretada y desarrollada por Camel con una maestría sin parangón, logrando que el oyente visualizara literalmente cada paisaje, cada momento, cada situación y la relación entre los personajes.
Tras “The Snow Goose”, Camel dio un giro radical a su estilo musical. Sus siguientes trabajos fueron más dispersos, se acentuó la fusión con otros estilos, se simplificó las estructuras de las canciones. Esto no quita que obras como “Moonmadness”, “Breathless”, “Rain Dances”, o “Nude” (otro guiño conceptual, con el mar y la Segunda Guerra Mundial como tema de fondo), merezcan, y mucho, la pena.
“The snow Goose” lo descubrí en 1979. Antes había escuchado “breatless”, disco preferido de mi gran amigo Quique que me descubrió a esta gran banda de rock progresivo. Sin embargo, a mí me embriagó más el álbum que nos trae al caso. Tras conocer la historia y el relato de Paul Gallico (muchos años después), el círculo se cierra y todo cobra sentido, incluso un mensaje como el de ‘The Snow Goose’ para los tiempos difíciles que corremos: conflictos internacionales, crisis sanitarias y egocentrismos. Lo mejor es refugiarse en aquellos seres que realmente importan y aportan sentido a nuestras vidas. No hay nada como una buena amistad para combatir las dificultades.
“Camel Forever!” (grito de guerra que solíamos exclamar en sus conciertos).
¡¡Camel for ever!!
Camel siempre me han parecido los que mejor ejecutaban técnicamente, pero, sin embargo, no llegaron al público como sus compañeros/rivales, algo que siempre me resultó difícil de entender. Quizás tenga que ver el giro a su estilo que se apunta al final del artículo, pero aún así, el manejo instrumental tanto Breathless, como Nude, y Stationary Traveller es impecable: pianos, órganos, guitarra eléctricas y acústicas, instrumentos de viento… Por otra parte, centrado en el artículo, Rhayader me evoca la niñez con nostalgia, puesto que fue la primera canción que escuché y me fascinó de Lattimer y sus chicos. En fin, gran análisis del álbum, que merece tanto palmas como agradecimientos a McGregor!
Es una gran satisfacción saber que las generaciones mas jóvenes aprecien el buen rock progresivo de la época dorada.