Hoy vamos a hablar de una de las portadas más icónicas del Rock en la década de los 90’s, que no es otra que la del grandioso «Nevermind» de Nirvana.
La portada actualmente pertenece a la colección del MOMA (Museum of Modern Art’s) de New York. Podéis consultar la ficha aquí. Se trata de un trabajo realizado por el diseñador Robert Fisher.
Hay que recordar que antes de la salida del álbum, Nirvana eran unos perfectos desconocidos, e igualmente lo era el recién licenciado Robert Fisher. Cuando el diseñador se reunió con la banda, Kurt Cobain ya tenía una idea para la portada. Kurt quería la imagen de un parto bajo el agua. En la era pre-Internet, buscaron en librerías y bibliotecas imágenes que pudieran servir de referencia para su propósito, pero pronto Robert descubrió que todas las imágenes de partos eran demasiado explícitas para ser usadas en una portada.
Sin descartar del todo la idea inicial, Fisher exploró otras opciones que incluían a un bebé bajo el agua. A Kurt se le ocurrió añadir un anzuelo, y entonces empezaron a pensar cosas que podían enganchar en él. Fueron surgiendo ideas como un trozo de carne, un CD o similar para representar la música, un burrito, …. hasta que alguien dijo: «¿Y si ponemos un billete de dolar?».
Es decir, contrariamente a lo que se ha dicho al respecto, Kurt no tenía una sofisticada idea acerca del capitalismo, ni quería enviar un complicado mensaje subliminal con la portada, aunque es cierto que nunca explicó el porqué del icono central del bebé bajo el agua.
Una vez claro el concepto del proyecto, Fisher eligió al fotógrafo Kirk Weddle para ejecutarlo.
Weddle realizó una selección en el centro acuático de Pasadena. Llevó a cuatro o cinco familias diferentes para que sumergieran a sus bebés en la piscina. Los padres se pasaban al bebé bajo el agua mientras Kirk hacía fotografías.
Durante aquellas sesiones, los propios integrantes del grupo se tomaron algunas fotografías bajo el agua:
Algunas imágenes de las sesiones:
Tras todas las sesiones de fotos, revisando todo el trabajo realizado, una de las fotos destacaba sobre todas las demás. La posición del bebé, su cara, la forma en la que sus brazos parecían querer agarrar algo… Esta fue la foto elegida.
Sólo quedaba realizar un tratamiento de la fotografía para eliminar lo que no se quería mostrar, y añadir los elementos que no estaban en la fotografía original, como el billete. Hoy en día esta tarea sería trivial usando un ordenador con Photoshop, pero en aquel entonces todo se hacía de forma mucho más artesanal.
Una vez finalizado el tratamiento de la imagen, sólo quedaba añadir el texto, con el logo ya existente de la banda, y el título «Nevermind», cuyo tipo de letra simulaba estar también bajo el agua.
Para obtener el ya conocido por todos resultado final.
Como curiosidad, el niño de la foto seleccionada se llama Spencer Elden, y durante su vida se ha dejado fotografiar varias veces bajo el agua de la piscina para repetir la popular instantánea, con la diferencia de que en todas estas ocasiones no prescindió del bañador.
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